Portal de participación ciudadana de la Fundación Carlos de Amberes

Portal de participación ciudadana de la Fundación Carlos de Amberes

EL CAMINO DE ESPAÑA HACIA 2050

Claves para un modelo energético sostenible

 

Sin duda es necesaria una transición hacia la descarbonización de nuestro modelo energético, con la intención de conseguir la reducción de emisiones de gases de efecto invernadero marcado por la Unión europea, cambio que hace referencia, además, a aspectos como la competitividad de nuestro sistema energético y la seguridad de suministro.

Según la comunidad científica, el límite máximo de emisiones acumuladas no puede superar el billón de toneladas de carbono para evitar un calentamiento global de graves consecuencias, y que siguiendo el ritmo actual éste podría alcanzarse en 2045. Esta es una de las razones por las que la Unión Europea debe reducir sus emisiones entre un 80 y 95% para 2050, lo que significa para España una drástica reducción de sus gases de efecto invernadero, cuyos principales sectores emisores se encuentran en el transporte por carretera, la generación eléctrica y la industria, sumando un 70% de las emisiones en 2013.

Las medidas para contribuir a la descabonización, tales como conseguir una generación eléctrica sin emisiones, el aumento de la eficiencia energética y el cambio a energías con menores emisiones, no son suficientes por si solas, siendo indispensable alcanzar un parque de generación eléctrica basado exclusivamente en energías renovables, manteniendo la capacidad térmica convencional y la nuclear hasta conseguir la tecnología de almacenamiento de energía económicamente viable.

Además, España debe seguir trabajando en otras acciones para alcanzar este modelo energético sostenible para 2050:

  • Introducción masiva del vehículo ligero eléctrico, fomentando la movilidad sostenible.
  • Un cambio modal del transporte pesado por el ferrocarril, con la intención de alcanzar el 30% en 2030 y el 50% para 2050.          
  • Incrementar el gas natural en el transporte pesado, alcanzando el 50% para 2030.
  • Que casi la totalidad del consumo energético en el sector residencial y servicios sea gas natural y electricidad, con el objetivo de alcanzar el 65% para 2030 y el 90% para 2050.
  • Desarrollo de eficiencia energética en todos los sectores de actividad, llegando al 25% para 2030 y el 50% para 2050.

Para llevar a cabo todas estas acciones, se prevee una inversión necesaria de 330.000-385.000 millones de euros, que además implicará otros efectos:

  • Menor dependencia de las importaciones energéticas.
  • Menor precio de la electricidad.
  • Ganancias de eficiencia energética.

Algunas de las recomendaciones más habituales son las de determinar objetivos de emisiones para todos los sectores y desarrollar una señal de precio efectiva del coste de las emisiones.

  • En el sector del transporte, será clave el desarrollo del vehículo eléctrico y los puestos de recarga necesarios. Además, se sugiere un cambio modal a ferrocarril y la promoción del gas natural como tecnología de transición.
  • En sectores residenciales, servicios e industria, será fundamental el cambio a electricidad y gas y la eficiencia energética, pero protegiendo nuestra competitividad económica.
  • Mientras que, en el sector eléctrico, se recomienda un marco para fomentar instalación de la generación renovable necesaria pero aprovechando lo máximo posible la capacidad térmica convencional, buscando extender el funcionamiento de las nucleares a 60 años, y eliminar los costes de política energética de la tarifa eléctrica, convirtiéndola en una señal de precio eficiente para la descarbonización.

 

https://www.miteco.gob.es/images/es/pnieccompleto_tcm30-508410.pdf

https://www.congreso.es/docu/docum/ddocum/dosieres/sleg/legislatura_12/spl_28/pdfs/37.pdf

https://www.boe.es/buscar/pdf/2021/BOE-A-2021-8447-consolidado.pdf