El objetivo marcado por países de todo el mundo de cara a 2050, pasan por la descarbonización, y para lograrlo el hidrógeno verde se postula como una de las claves pero, ¿cómo se obtiene y cual será su impacto?
Se trata de una tecnología basada en el hidrógeno, un combustible universal, ligero y muy reactivo. Mediante un proceso químico denominado electrólisis, se lleva a cabo la separación de las partículas de hidrógeno y oxígeno del agua, por lo que, si esa electricidad es obtenida por medio de energías renovables, conseguimos obtener energía sin emitir dióxido de carbono a la atmósfera.
La elaboración de hidrógeno verde por electrólisis a partir de fuentes renovables consiste en la descomposición de las moléculas de agua (H2O) en oxígeno (O2) e hidrógeno (H2) siguiendo los siguientes procesos:
El hidrógeno es el elemento químico más abundante de nuestro planeta, y su uso se ha triplicado desde 1975, además, es una fuente de energía limpia que no deja residuos, pues unicamente emite vapor de agua. El proceso de descarbonización actual, está otorgando mayor protagonismo al hidrógeno verde que, segun las previsiones del Consejo Mundial del Hidrógeno, se abaratá en un 50% en los próximos años, lo que nos pondría ante uno de los combustibles del futuro.
A continuación valoramos las ventajas y desventajas de esta fuente de energía.
Ventajas:
Desventajas:
El hidrógeno verde puede emplearse en practicamente todos los sectores que dependen de combustibles fósiles y son difíciles de descarbonizar. Por esta razón, desde europa, se están poniendo en marcha iniciativas en toda la cadena de valor del hidrógeno como la fabricación de electrolizadores más competitivos, la construcción de una red de transporte o la instalación de hidrogeneras para el transporte por carretera.